Sus primeras dos horas fueron dependientes, las siguientes
cuatro estuvieron presentes, otras oportunidades, descubrir que lo rodeaba para
luego seguir adelante. Tres horas más y momento de transición, recuerda las dos
horas posteriores y las guarda en su corazón. Cinco horas, ya pasó la mitad del
camino, vida formada, marcado ya está su destino. Seis horas de dejarse llevar,
vivir y disfrutar, las últimas dos horas fueron esperar lo inevitable, maduró y
demostró que el tiempo es indomable.
24 horas, solo un día, eso es lo que vive una mariposa, imaginate tratando de
vivir todos tus momentos en ese tiempo.